Los futuros abogados piensan en la práctica jurídica como la actividad profesional de ganar argumentos, sin embargo, para muchos es invisible la importancia que tiene el adelantar una investigación rigurosa para contar con argumentos de calidad que al final beneficiarán a los clientes.
La investigación es una actividad inherente a nuestra capacidad que tenemos como seres humanos para descubrir, indagar y profundizar el conocimiento sobre un tema específico y buscar soluciones a problemas, a través de esta se pueden llevar a cabo procesos rigurosos que permiten llegar a una conclusión y posibles respuestas a los problemas que se identifican y delimitan.
En el campo jurídico, las habilidades de investigación se adquieren durante el paso por las facultades y escuelas de derecho, para posteriormente ser perfeccionadas durante la práctica profesional. ¡Un abogado o abogada nunca deja de investigar durante su carrera profesional!
En este sentido, este curso permite dar cuenta que la práctica profesional requiere que los abogados cuenten con habilidades de investigación que les permitan identificar y resolver problemas jurídicos de manera eficiente y con altos estándares de calidad generando un valor agregado personal y para la empresa en la que desempeña su labor profesional.
Al finalizar, logrará desarrollar habilidades en investigación y el uso de herramientas que le permite mejores resultados en un tiempo menor.