Dentro de los espacios formativos desde la academia, existe un sinnúmero de aspectos relevantes por profundizar en un MOOC. Dentro de ellos, el abordaje de las emociones es una constante en el ser humano y un trabajo que requiere un esfuerzo importante. Adicional a ello, por el contexto educativo en el que este tipo de cursos se encuentran inmersos, relacionar este tema con el aprendizaje resulta un espacio óptimo para determinar la asociación que se establece entre la inteligencia emocional y el proceso de adquisición de conocimientos en una disciplina en particular.
En este sentido, este MOOC establece la relevancia de la motivación como estrategia de regulación emocional en el transcurso del aprendizaje y, por supuesto, en la puesta en marcha de los diversos procesos cognitivos que se requieren para ello. En este orden de ideas, el espacio promueve el desarrollo de habilidades indispensables para que sus participantes identifiquen las características personales a nivel emocional que impactan en el aprendizaje y cuáles podrían ser las herramientas que se pueden desarrollar a nivel emocional para hacer del proceso de formación un espacio más fructífero.