El uso frecuente y variado de los teléfonos celulares por parte de la gran mayoría de los niños y jóvenes de hoy, presenta un reto creciente a los docentes, quienes buscan canalizar estos usos hacia fines educativos o bien los perciben como distractores para los educandos debido a su afición a las redes sociales. La presencia de estos dispositivos dentro y fuera de las aulas ofrece nuevas oportunidades pedagógicas, pero también facilita instancias para conectarse educativamente con el mundo digital de los jóvenes.
El aprendizaje móvil, personalizado, cooperativo, interactivo y ubicado en el contexto, presenta características singulares que no posee el aprendizaje tradicional, ni aquel que es mediado por el uso de instrumentos electrónicos (e-learning). Las tecnologías móviles en general, y el teléfono celular en particular, pueden ampliar y enriquecer las oportunidades educativas. Hay quienes utilizan los teléfonos celulares para acceder a recursos pedagógicos, usar juegos educativos, conectarse con otras personas o crear contenidos, tanto dentro como fuera del aula.
Lejos de ser una posibilidad teórica, el uso de teléfonos celulares es una realidad tangible: educandos ydocentes están utilizando hoy estos dispositivos para acceder a una gran variedad de contenidos educativos, conversar y compartir información con otros educandos, solicitar apoyo a compañeros y profesores, y facilitar la comunicación productiva. Sin embargo, el teléfono celular no es y no será nunca una panacea en el ámbito de la educación, pese a que se trata de un instrumento poderoso, entre otros muchos, que a menudo no se tiene en cuenta y que puede brindar apoyo pedagógico de modos insospechados hasta ahora. El desafío entonces, es reconocer esta realidad y darle un sentido educativo.
En este curso esperamos que los participantes comprendan los alcances de la utilización de los teléfonos celulares dentro y fuera del aula, conozcan diferentes aplicaciones que les permitirán diseñar y desarrollar una estrategia de trabajo en el aula que permita por una parte mejorar el aprendizaje y desarrollo de habilidades en los estudiantes, y por otra diversificar las prácticas pedagógicas de los docentes, para conseguir una enseñanza más significativa y de mayor calidad al interior de los establecimientos educacionales.