Este curso se desarrolló con el apoyo del Programa Energías Renovables y Eficiencia Energética (4E) en Centroamérica, implementado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH para el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA).
La eficiencia energética es una práctica que tiene como objetivo reducir el consumo de energía. Se trata del uso eficiente de la energía eléctrica, de optimizar procesos productivos y el empleo de la energía utilizando lo mismo o menos para producir más bienes y servicios. Un equipo es más eficiente energéticamente si dura más o funciona mejor que una versión tradicional del mismo aparato, pero usa la misma cantidad de energía, incluso si ofrece el mismo rendimiento que la versión tradicional, pero consume menos energía. La eficiencia energética contribuye a disminuir: emisiones de gases de efecto invernadero; la demanda de importaciones de energía y de nuestros costos a nivel doméstico y económico. Por ejemplo, no se trata de ahorrar luz, sino de iluminar mejor consumiendo menos electricidad. Se trata de producir más con menos energía.
Debido a la pandemia del COVID 19, ha sido necesario que en los países de Centroamérica y a nivel global, se implementen medidas para evitar el contagio masivo del virus, lo que ha implicado el cierre de distintos sectores proveedores de bienes y servicios (iniciadas en marzo de 2020). Entre los sectores más afectados se encuentra la micro y pequeña empresa (MYPE), por lo que la implementación de medidas que permitan la recuperación económica es prioritaria.
Existen enormes oportunidades para mejorar la eficiencia en todos los sectores de la economía, ya sean edificios, transporte, industria o generación de energía. En ese sentido, es importante que las micro y pequeñas empresas incluyan y adapten dentro de sus planes de recuperación, la implementación de medidas de eficiencia energética que permitirán que los ahorros a obtenerse puedan ser utilizados para hacer inversiones con el fin de recuperar su negocio.
Se espera que la eficiencia energética traiga una serie de beneficios. Uno de ellos, es que al reducir el uso de energía eléctrica, las facturas reflejarán una reducción para los consumidores del sector, mejorando así su competitividad y desencadenando muchos otros beneficios.